Considerada como una «visión ambiciosa e inteligente», la posibilidad de llegar a un mercado común en América Latina está en los planes de los principales referentes logísticos.

En la última asamblea de la Asociación Latinoamericana de Logística (Alalog) se analizaron los beneficios de «flexibilizar el comercio con acuerdos regionales» y «lograr un menor niveles de aranceles y la eliminación de todo tipo de trabas».

En ese ámbito trascendió que el costo de las operaciones logísticas en América Latina oscila entre el 12 y el 20% en relación al PBI, y los participantes concordaron en la necesidad de bajar costos en transporte y logística.

En los países de América Latina subsisten problemas en materia de infraestructura y logística, dos factores fundamentales para mejorar en competitividad y sustentabilidad.

En este punto, los miembros de Alalog coincidieron en que pocos cuentan con una política de Estado que trascienda los gobiernos y en la mayoría las inversiones están a cargo del sector privado.

Desde la presidencia de Alalog, Jorge López subrayó la «necesidad de institucionalizar la actividad», que padece de una notoria informalidad. En ese aspecto, Uruguay es tomado como modelo de regulación, a partir de la constitución del Instituto Nacional logístico (Inalog) creado a fines de 2010, «en el que participan todos: partidos políticos, cámaras empresariales y otros organismos», detalló Juan Carlos Rodríguez, secretario de la Cámara Uruguaya de Logística (Calog).